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La tendencia creciente de reforzar los departamentos jurídicos de las empresas con profesionales provenientes de firmas de primer nivel suscita cierta problemática de adaptación. Esta transición no solo implica un cambio en el entorno laboral, sino también en la mentalidad y enfoque profesional. En este artículo, exploraremos los retos asociados con la adaptación de los abogados procedentes de despachos a roles in-house y cómo las empresas han desarrollado estrategias efectivas de onboarding para facilitar esta transición.

Retos de Adaptación:

  1. Cambio de Mentalidad: La adaptación de abogados de despachos a roles in-house requiere un cambio en la mentalidad legal. Mientras que en los despachos se centran en ofrecer servicios legales a diversas empresas, en roles in-house deben integrarse profundamente en la cultura y objetivos específicos de una única entidad.
  2. Diversificación de Tareas: Los abogados in-house a menudo se encuentran asumiendo una variedad de responsabilidades legales, desde cuestiones contractuales hasta asesoramiento estratégico de negocios. Este cambio puede ser desafiante para aquellos acostumbrados a roles más especializados en despachos. Los abogados han de saber aprender a ser “multitasking” y tener una visión más amplia de la profesión de la que tenían en el despacho.
  3. Presión por Resultados Prácticos: En el ámbito in-house, la toma de decisiones legales está más directamente vinculada a los objetivos comerciales de la empresa. Los abogados deben adaptarse a una presión por resultados más orientada a la práctica y menos a la teoría legal. Además, han de ser más resilientes pues a veces la toma de decisiones en las empresas no es tan dinámica como en las firmas.

Estrategias de Onboarding Efectivas:

  1. Inmersión en la Cultura Empresarial: Las empresas exitosas comprenden la importancia de inculcar a los nuevos abogados in-house en su cultura organizacional. El onboarding debe incluir sesiones que destaquen los valores, objetivos y procesos internos de la empresa. Es relevante que conozcan otros departamentos y profesionales de otros ámbitos. Que éstos comprendan el trabajo que realiza el abogado in-house y que conozcan a la persona con la que van a trabajar en adelante.
  2. Mentoría y Acompañamiento: Asignar mentores a los nuevos abogados in-house puede ser crucial para ayudarles a navegar por los aspectos específicos de la empresa. La mentoría facilita la transición al proporcionar orientación personalizada y un canal para hacer preguntas. A veces por mucha seniority que tenga un abogado en una firma, esta no tiene “valor” al incorporarse como in-house sino se adapta a la dinámica de la compañía y por eso es bueno ese acompañamiento, no tanto como el que un senior hace a un junior en un despacho sino más pensado en una visión global de la compañía.
  3. Formación en Competencias Empresariales: Además de las habilidades legales, las empresas invierten en programas de formación que desarrollen competencias empresariales clave, como la comprensión financiera, la gestión de riesgos y las habilidades de negociación, para fortalecer la adaptación de los abogados in-house. Muchas empresas valoran en este caso que el abogado venga con formación específica (MBA) o bien le proporcionan las herramientas para poder formarse durante los primeros años de su incorporación
  4. Integración Tecnológica: La incorporación de herramientas y plataformas tecnológicas utilizadas internamente facilita la gestión de documentos, la colaboración y la comunicación eficiente. La familiarización temprana con estas herramientas agiliza el proceso de adaptación. Aunque se habla mucho de tecnología en los despachos, en muchos casos las empresas están a años ñuz de éstas en esta materia y es importante que el nuevo abogado in-hose de adapte bien a ello.

Conclusiones: La transición de abogados de despachos a roles in-house conlleva retos únicos, pero las empresas están adoptando estrategias efectivas de onboarding para facilitar este cambio. Al comprender y abordar estos desafíos, las empresas pueden aprovechar al máximo el conocimiento legal especializado de estos profesionales mientras los integran en sus equipos de manera efectiva y productiva. La adaptación exitosa no solo beneficia a los abogados, sino que también fortalece la capacidad de las empresas para enfrentar desafíos legales y comerciales de manera más holística.